Curiosidades de la biología: los bolsos de sirena
Seguramente, cuando has ido a la playa alguna vez te has encontrado entre las algas, plantas y demás restos que se acumulan en la orilla arrastrados por el oleaje, unas raras estructuras generalmente de color oscuro y aspecto de plástico o cuero seco y de forma más o menos rectangulares. Aunque no es algo que veremos todos los días, sí son relativamente habituales en todo el mundo, son los comúnmente llamados bolsos de sirena.
¿Qué es un bolso de sirena?
Obviamente, no me estoy refiriendo a una prenda de vestir de esas bellas criaturas mitológicas capaces de hipnotizar a los marinos con sus maravillosos cantos, los bolsos de sirena son nada más y nada menos que los huevos de numerosas especies de tiburones y rayas.
Estos condrictios (de esqueleto cartilaginoso) tienen diferentes estrategias reproductivas. Algunos son vivíparos, es decir que las crías se desarrollan en un saco en el interior de la madre, quien “da a luz” peces perfectamente formados y listos para vivir de manera independiente. Algo similar ocurre con los que son ovovivíparos, aunque la diferencia está en que estos se desarrollan en huevos que son retenidos dentro de la madre hasta el nacimiento. En cambio, los tiburones ovíparos y las rayas ponen sus huevos en el exterior, estando los pequeños más desprotegidos en su etapa embrionaria. En estos casos, los embriones se desarrollan dentro de los bolsos de sirena.
Características de los bolsos de sirena
Estos curiosos huevos de tiburón con apariencia de estuche, en muchas ocasiones, son espiralados, aunque también pueden ser semejantes a una H. Esto ocurre porque en cada uno de los extremos presentan unas estructuras alargadas llamadas zarcillos que son sumamente útiles, ya que permiten que los huevos se queden agarrados a las algas, corales, rocas y demás estructuras fijas al sustrato marino, impidiendo así que las corrientes los arrastren con facilidad y se golpeen. A su vez, al estar inmóviles, pueden ocultarse mejor de los potenciales depredadores al pasar fácilmente desapercibidos.
Otro aspecto muy interesante de los bolsos de sirena es que son translúcidos, y aunque al principio cuando están recién puestos son simplemente unas estructuras oscuras, a medida que el tesoro que llevan en su interior va desarrollándose se van aclarando y puede verse perfectamente el pequeño tiburón o la pequeña raya creciendo en su interior, como si de una ecografía se tratara.
Al principio son solo un pequeño bultito con una gran bola pegada en su parte inferior, es el saco vitelino del cual se alimentarán hasta su nacimiento e incluso un tiempo después del mismo. Este saco se va haciendo progresivamente más pequeño mientras el pez va creciendo y empieza además a moverse cada vez con más energía. Si nos fijáramos bien podríamos ver hasta los latidos de su minúsculo corazón, constituyendo un verdadero espectáculo de la naturaleza. Cuando ya están perfectamente desarrollados, rompen la superficie del huevo y salen al exterior, quedando solo la cubierta coriácea que con el tiempo se desprende y es cuando llega a nuestras playas.
Como ves, los huevos de los condrictios son verdaderamente singulares y aunque para ver embrión en pleno desarrollo es necesario bucear y buscarlos con esmero, debes saber que numerosos acuarios han sido capaces de reproducir especies de tiburones y rayas y muestran estos particulares huevos en sus exhibiciones.
¿Qué te ha parecido conocer más de
estos interesantes huevecillos? Otra de
las interesantes curiosidades de los
tiburones, ¿verdad?