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martes, 21 de mayo de 2013

El astato para curar el cáncer



Sin duda alguna, una de las investigaciones científicas que más atrae a la gente y la mundo de la ciencia es la posible cura para el cáncer. Hace pocos días que concluyeron las investigaciones propuestas por la Universidad de York, en las que se plantea investigar la estructura atómica del astato, el elemento natural más raro en el planeta.
El interés se debe a que el astato podría curar el cáncer, aunque lo difícil es saber cómo se haría exactamente.

La investigación del astato

El astato es un raro elemento de la tabla periódica, del que se estima que tan solo existen 0,07 gramos en forma natural en el mundo. Tiene 85 protones y 85 electrones por átomo, es radiactivo, y sus versiones más estables se desintegran en ocho horas. El astato se forma mediante la descomposición natural de elementos como el uranio.
La investigación sobre el astato fue llevada a cabo por el profesor Andrei Andreyev y su equipo, junto con Valentine Fedosseev, del CERN. Se llevaron a cabo en el ISOLDE, una instalación en la que los científicos lograron acceder por primera vez al potencial de ionización del astato, es decir, la cantidad de energía necesaria para extraer un electrón de un átomo de astato, convirtiéndolo en un ión o partícula cargada.
También se han investigado sus propiedades físicas y químicas, aunque algunos datos de este elementos de la tabla periódica ya se conocían a partir de su descubrimiento en el año 1940.



El astato ocurre en la naturaleza a bajos niveles, pero también puede ser creado artificialmente en laboratorios especializados. Los investigadores quieren comparar las propiedades del astato con las del recientemente descubierto elemento 117, el segundo elemento más pesado creado y homólogo del astato.
Para la investigación se utilizó la espectroscopia láser de código, que permite estudiar las propiedades de átomos exóticos.

El astato contra el cáncer

Se considera que el astato podría ser una fuente de radiación de corto alcance utilizada en la terapia alfa contra el cáncer. Con el astato se podrían generar radiofármacos que se incluirían en esta terapia.
La terapia alfa consiste en la utilización de partículas radiactivas de elementos pesados para liberar gran cantidad de energía en una distancia corta -aproximadamente 0,05 milímetros-, lo que permite destruir células tumorales de forma más específica y sin dañar los tejidos circundantes.



Es importante conseguir que exista una estabilidad entre los enlaces químicos que buscan las células cancerosas y la radiactividad que poseen, de forma que se asegure que la radiación solo llegue al cáncer y no ataque al resto del cuerpo.
Hoy en día se lleva a cabo en muchos hospitales la braquiterapia, en la que un implante radiactivo se coloca cerca de las células cancerosas. Se utiliza principalmente para tratar el cáncer de cuello de útero, de mama y de próstata. Sin embargo, la ventaja del astato es que es cuatro mil veces más masivo que las partículas beta utilizadas en la actualidad.
La mayoría de los elementos utilizados en la medicina no son naturales, sino que se producen artificialmente mediante reacciones nucleares, por lo que su escasez en la naturaleza no sería un problema para la investigación y la puesta en marcha de la terapia.
Sin embargo, sí es un problema los altos costos que implicarían estos tratamientos y los problemas químicos que aún no se han resuelto. Para eso se debe avanzar en este campo y seguir estudiando.

El astato para curar el cáncer es una 
posibilidad, pero aún no algo real y 
tangible. Solo queda esperar si la 
investigación se sigue desarrollando y la 
terapia llega a la luz.




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